Decálogo de Convivencia

La Organización del Campeonato Intercolegial de Fútbol Ceferino Namuncurá, a fin de mejorar el ambiente en el que se desarrollan los torneos de sus distintas categorías y de, especialmente, velar por la sana recreación de los chicos, propone a padres y familiares que concurren a ver los partidos, el siguiente Decálogo de Convivencia:

  1. Respetar siempre todas las decisiones de los árbitros, evitando así inducir reacciones antideportivas en los chicos, y colaborar, con nuestra madura aceptación y prudente silencio, a que en ellos arraigue la virtud de la paciencia y del respeto por la autoridad.
  2. Respetar a los jugadores del equipo adversario y a sus simpatizantes, para enseñar a los chicos, con nuestro comportamiento, la importancia de la comprensión y la tolerancia.
  3. No gritar ni insultar desde afuera de la cancha, durante y al terminar el partido, colaborando para que los chicos jueguen sin presiones e imiten durante el juego nuestra serenidad y buena educación, aún en las circunstancias adversas.
  4. Alentar siempre a los chicos de manera positiva, destacando sus aciertos y animándolos a superar sus errores; como lo haríamos en casa, ante cada situación cotidiana de sus vidas.
  5. Pensar que las personas, con las que compartimos la jornada deportiva, actúan de buena fe, sin malas intenciones, colaborando de ese modo a que los chicos cultiven la confianza y la mirada positiva respecto de los demás.
  6. Mantener la alegría tanto en la derrota como en la victoria, pues en definitiva la alegría no está en el éxito sino en haber obrado bien y en haber buscado el bien de lo demás.
  7. Disfrutar del encuentro deportivo y familiar de cada jornada, más a allá de los resultados, y más aún si éstos son adversos, valorando padres e hijos el poder compartir buenos momentos en familia cada sábado, sin importar las tablas de posiciones ni las derrotas o las victorias. De ese modo el Campeonato no sea un mero encuentro de competitividad exclusivamente deportiva, donde se persiga y se logre el insuficiente premio de la falsa felicidad que da la victoria en el resultado.
  8. Colaborar en cada una de las jornadas, con nuestras acciones, para que el Campeonato sea un ámbito de sano esparcimiento y recreación de los chicos y de sus familias.
  9. Aceptar los errores y los criterios de los miembros de la Organización, tendiendo en cuenta que la existencia y la continuidad del campeonato es una tarea comunitaria de todos; cada uno desde su rol. De nuestra parte, además del mejor empeño en cumplir con las responsabilidades que hemos asumido frente a ustedes y a los chicos, comprometemos nuestra permanente disposición a escuchar y analizar vuestras sugerencias y comentarios a fin de ir mejorando día a día el Campeonato en función de sus objetivos.
  10. Si alguno de ustedes no comparte este Decálogo de Convivencia, nosotros lo invitamos a reflexionar sobre la conveniencia de no asistir los sábados a ver los partidos, dejando que los chicos vengan a divertirse sin su presencia.